Todos tenemos más o menos claro lo que conlleva tener Síndrome de Asperger, de hecho, hace poco nuestra compañera Sonia de la Mata hizo una entrada muy ilustrativa sobre este tema que nos ayudó a aclarar algunos conceptos.
El caso es que todos los que a diario tratamos con estas personas tan especiales nos encontramos con que el mensaje que recibe la sociedad de este síndrome es incongruente y puede dificultar el que puedan forjar una sólida identidad y autoestima: nos centramos más en las debilidades que caracterizan a la persona en lugar de potenciar siempre sus fortalezas, como nos indica la forma de actuación recomendada.
Es decir, si tenemos claro que la identidad (Yo soy) se construye en base a lo que opinamos de nosotros mismos, contrastado con lo que opinan los demás, sería recomendable no influir en la identidad de personas con Asperger de forma negativa con mensajes como “les cuesta relacionarse en sociedad”, “tienen dificultad para empatizar con los demás” o “tienen fijaciones por un tema concreto”. Y puestos a influir, deberíamos hacerlo de forma positiva, realzando desde el ámbito médico todos los puntos fuertes que tienen.
No se trata de etiquetarnos como neurotípicos o neurodivergentes para ver si tenemos o no cabida en esta sociedad. Creo que es más razonable disponer de las herramientas y recursos adecuados para, independientemente de cómo queramos llamarnos, sepamos potenciar todos nuestros recursos internos y habilidades innatas y usemos nuestra propia motivación como motor de cambio.
Porque ¿cómo vería tu hijo adolescente con asperger a su compañero de clase neurotípico? (aprovecho para recomendar la lectura del libro de Gemma Lienas “El rastro brillante del caracol”)
- Le cuesta estar solo en el patio, en el pasillo o en los ratos muertos.
- Tiene verdaderos problemas para no hablar cuando está en grupo.
- Presenta dificultad extrema para abstenerse de iniciar una conversación.
- Sus temas de interés son bastante aburridos y monótonos.
- Respeta unas normas cuando está en grupo y sigue unos rituales para cada situación.
- Y, seguramente, tiene necesidad extrema para buscar consuelo afectivo en los momentos de angustia.
Por todo esto, estoy convencido de que lo importante no es cómo te llames sino cómo te quieras ver, ya que así es como te mostrarás al mundo y, por tanto, así es como te terminarán llamando, tarde o temprano.
Por eso, si te gustaba Mazinger Z, sabrás que si conoces y te apoyas en tus fortalezas y reconoces cuándo van a aparecer tus debilidades, podrás derrotar a casi cualquier enemigo, ya que tendrás la mejor arma posible: tu confianza.
Interesante articulo!
¡Gracias por seguirnos Giorgiana!
Hola me ha gustado mucho la reflexión qhe se hace. Creo qhe todos debemos fijarnos en los puntos fuertes que tenemos y ser conscientes de cuáles son los débiles.
Gracias Elena!, como bien dices lo ideal es centrarse en esas fortalezas, aunque no siempre es lo más fácil, ya que son muchas las ocasiones en que nos llama la atención el envoltorio, quizá por ser demasiado llamativo, por lo que deberíamos tomar más pacientina para no caer en el mismo error.
Desde mi punto de vista y siendo un ignorante en estos temas creo que el problema que tiene esta sociedad es la actitud de rechazo a todo lo que no esté dentro de los cánones, por lo que todo lo que se salga de ello es malo o ya se encargarán de que parezca malo sin pararse ni tan siquiera a preguntar o interesarse por el tema. NO HAY TIEMPO Y ES MOLESTO.
Gracias amigo por compartir tus reflexiones con nosotros. Creo que más que malo, todo lo que se salga de los cánones que comentas puede verse como diferente a lo normalizado, pero esto ha de ser la consecuencia natural de que todos y cada uno de nosotros interpretemos la realidad que nos rodea de una forma distinta y variada y por tanto establezcamos nuestras propias escalas y jerarquías entre lo bueno y lo malo, agradable y desagradable, justo o injusto y así con todo. El problema, es cuando esa interpretación personal que hacemos de la realidad, la usamos como línea divisoria para etiquetar a los demás.
Me ha parecido fantástico el artículo. Parece ser que nuestra sociedad vive del juicio y la etiqueta….eso hace daño al más pintado. No olvidemos que nosotros también prejuzgamos, no sé….parece inevitable. Es fundamental estar atentos, es necesario trabajar más nuestro interior, nuestros valores, nuestra manera de vernos y ver a los demás con ojos de generosidad y respeto.
Si queremos tener una comunidad sana, auténtica y digna para nosotros hagamos lo mismo con los demás….ya lo decía una canción de Alberto Cortéz…….»nunca estamos conformes del quehacer de los demás pero no olvidemos que nosotros somos los demás…de los demás».
Gracias Alex por tus aportaciones, me ayudan a ser consciente de como vivo y actuó y eso me hace crecer como ser humano.
Gracias Ana por tus valiosos comentarios y por tus aportaciones musicales tan en la línea de lo que hablamos.
La confianza en nosotros es algo muy valioso,pero es algo que conseguimos con años…si desde niños fuéramos igual de fuertes,todo seria súper facil…me gusta mucho el artículo
Totalmente de acuerdo contigo, la confianza no es algo que te regalen sino una habilidad que cada uno va desarrollando con los años.