En este Coeduconsejo trataremos de analizar cuáles son aquéllos aspectos personales con los que estás beneficiando a tu entorno familiar y a la consecución de un objetivo y aquellos otros que te separan del mismo.
Usaremos una herramienta llamada FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) para trabajar con las situaciones internas (fortalezas y debilidades) y las externas (oportunidades y amenazas).
[google_font font=»Lato normal» size=»18″ weight=»400″ italic=»0″ color=»#00577d» subset=»»]¿Te atreves?[/google_font] Lo primero que tienes que hacer es pensar en un objetivo que quieras conseguir a nivel familiar. Por ejemplo, “Tener la casa más ordenada”, «disponer de más tiempo para mí» o el que tú prefieras, lo importante es que sea un objetivo concreto, específico y que le pongas una fecha para conseguirlo o al menos acercarte al mismo.
A continuación coge un papel en blanco y divídelo en 4 casillas tal y como aparece en el dibujo, anotando paso por paso lo primero que te venga a la cabeza de lo que veremos a continuación.
[highlight background=»» color=»»]Fortalezas[/highlight]
Se trata de reflexionar sobre cuáles son tus puntos fuertes como miembro de la familia. Las fortalezas vienen a representar tus elementos internos positivos, lo que haces bien, en lo que eres bueno de verdad y que va a ayudarte a lograr tus propósitos.
Esos recursos innatos que tienes y que te diferencian de cualquier otra persona de tu casa.
¿Qué capacidades tienes?, ¿Qué haces mejor que los demás?. Anota al menos 3 de esas fortalezas.
[highlight background=»» color=»»]Oportunidades[/highlight]
Ahora no se trata solo de saber cuáles son tus puntos fuertes, sino de usarlos para maximizar las oportunidades externas que se puedan generar. Este campo representa todo lo que te ofrece de positivo tu entorno, para que puedas potenciar y mejorar tus propias fortalezas y a la vez acercarte a tu objetivo.
Por ejemplo si una de tus fortalezas es “saber escuchar”, como oportunidad podrás anotar el poder solucionar los conflictos familiares o entender mejor a los miembros de tu familia.
[highlight background=»» color=»»]Debilidades[/highlight]
En este apartado tienes que reflejar aquéllos aspectos en los que debes mejorar para lograr tu objetivo. Son el conjunto de características y habilidades que tienes, que constituyen una barrera para que alcances tus objetivos y que eres consciente de que puedes mejorar.
¿Qué haces, dices o piensas actualmente que te aleja de tu meta?
¿De qué puntos débiles tuyos piensan que se aprovechan los demás?
Una debilidad podría ser “no saber escuchar”.
Al igual que con las fortalezas, te voy a pedir que anotes 3 de tus debilidades. Por ahora déjalas ahí con ese rasgo negativo que le has adjudicado.
[highlight background=»» color=»»]Amenazas[/highlight]
Son aquellos obstáculos externos a los que te enfrentas, cualquier situación negativa ajena a ti que complica de alguna forma que consigas lo que te propones.
Si tu debilidad fuera “no escuchar más que tu opinión” una amenaza externa podría ser no enterarte de los problemas de tu hijo.
Una vez rellena la matriz podemos ver diferentes escenarios:
- FORTALEZAS-OPORTUNIDADES: Es la línea de acción más recomendable, ya que aprovecha al máximo tus recursos y se encamina a sacarle partido a lo que te ofrecen las situaciones externas. Revisa por tanto de nuevo tus fortalezas y piensa cómo puedes potenciarlas con las oportunidades que te ofrece el día a día.
- FORTALEZAS-AMENAZAS: Las amenazas existen, te aconsejo que te centres en tus puntos fuertes para minimizarlas. Olvídate por ahora de tus debilidades.
- DEBILIDADES-AMENAZAS: Las amenazas externas existen, tus limitaciones también (al menos en tu mente) pero no te fíes de ellas para solucionar nada. Agárrate a tus fortalezas, son más fiables.
- DEBILIDADES-OPORTUNIDADES: Te muestra los retos a los que te vas a tener que enfrentar.
Para mejorar las debilidades que tienes alojadas en tu mente, como por ejemplo: “no valgo para…”o que “lo mío no es …”, y que has terminado de creerte de tantas y tantas veces como te lo has repetido y has contado, te propongo un sencillo ejercicio.
Escoge una debilidad que poca gente conozca que tienes: “No me gusta mi nariz” , “Soy muy insegura”o «Soy muy permisiva con mis hijos».
Durante una semana, le vas a contar a las personas de tu entorno justo lo contrario. Es decir vas a jugar a contarles lo que en realidad no piensas. Tantas veces como sean necesarias hasta que tú misma te lo creas. ¿Parece una tontería verdad? Hiciste lo mismo para darle credibilidad a tu debilidad. Además, a las personas que te escuchan les ocurre lo mismo. Cuantas más veces te escuchen una misma afirmación, menos le va a costar asociarte a ella. Por eso, si te acostumbras a decir que “Eres una persona muy segura de tí misma”, no solo te lo terminarás creyendo sino que los demás lo aceptarán como tal.
¡Hasta la próxima!